ALGO
MÁS QUE PALABRAS
MÚSICA Y POESÍA,
GALA DE AMORES
Víctor
Corcoba Herrero
– Escritor-
Los sociólogos y estudiosos de las épocas
históricas, el pueblo mismo, piensa que nos encontramos
en un período nuevo, caracterizado por cambios profundos
a velocidad de vértigo, que tiene su reflejo en nuestra
forma de ser y actuar. Así, en el pasado, la tradición
cultural era más favorable que hoy a la transmisión
de los valores, sobre todo cristianos. Sin embargo, las
aspiraciones del ser humano y sus deseos profundos, no han
cambiado tanto. A pesar de la secularización de la
sociedad contemporánea, el pueblo sigue siendo muy
sensible a sus raíces, al sentido de la vida y a
la búsqueda de horizontes. Y continua trascendiéndolo
todo, a Dios gracias, mediante el arte, el pentagrama de
sonidos o la pasión por el lenguaje de la belleza,
una forma sana de cultivar la espíritu. Otra cosa
es, que luego se viva una coherencia de vida, traducida
en buenas obras, en expresiones de solidaridad con los que
sufren y con los necesitados.
A
manera de ejemplo, cuento una experiencia vivida. Días
pasados presencié un lleno total en la Capilla Real
de Granada, impreso por un excelso silencio de todos los
asistentes, en recogimiento pleno, para escuchar el majestuoso
Concierto, de casi dos horas continuas de duración,
con motivo del V Centenario de la Muerte de Isabel la Católica,
interpretado en un marco incomparable, por el Ensemble Plvs
Vltra His Majesty´s Sagbutts and Cornetts y Schola
Antiqua, dirigidos por Michael Noone, persona que ha consagrado
sus estudios a la música renacentista en España
y ha participado frecuentemente, como investigador y musicólogo,
en distintos congresos y jornadas internacionales. Del evento
cultural me llamó la atención, sobre todo,
la avalancha de personas de todas las edades y el respetuoso
sigilo. Creo que comenzamos a tener hambre de quietud y
sed de arte verdadero.
Prosigo
el desarrollo de la vivencia. Tras las palabras de bienvenida,
el Capellán Mayor del Cabildo de la Capilla Real
de Granada, don Manuel Reyes Ruiz, subrayó el sentido
histórico y humano, así como el significado
religioso, debido a la personalidad de la Reina, expresando
que “la Capilla no sólo conserva los venerables
restos mortales, sino que se siente depositaria del espíritu
y la validez de las intenciones de Isabel como mujer, como
gobernante, como cristiana”. Posteriormente, se puso
el acento en el memorial tradicional, en un ceremonial de
mediados del siglo XVI que debía observarse por la
Real Capilla española ordenando que debían
cantarse tres misas pontificales en honor a los Reyes, la
primera es una misa votiva al Espíritu Santo y la
tercera la Misa de Difuntos (o Réquiem). Se interpretó,
en esta ocasión, la segunda misa, la Missa de Nostra
Dona (misa para la Virgen María). El programa –
en palabras de Michael Noone- reúne polifonía
para voces e instrumentos que pudo haberse cantado como
misa de conmemoración mariana en la época
de la muerte de Isabel, junto con el ritual de canto llano
usado en la Catedral de Toledo. Y el evento, en palabras
de este cronista de atmósferas, nos trajo esa purificación
de la memoria que tanto necesitamos para que la sociedad
deje de ser vengativa y actúe más unida, más
en el amor.
Los
aplausos finales de varios minutos de duración, obligaron
varias veces la salida de todos los intervinientes. La muchedumbre
de espectadores quería más, a pesar del frío.
El calor del arte, cuando es auténtico e ingenioso,
resucita en soles el alma y el tiempo pasa sin apenas darnos
cuenta, como un soplo de vida. Hoy más que nunca
necesitamos arroparnos del lenguaje de la belleza, hacerlo
parte de nosotros, que derrame sus fermentos de auténtica
libertad y progreso, más que de bienestar, de estar
a gusto consigo mismo. La mejor forma de promocionar al
ser humano es la de invitarle a beber y a vivir en el arte,
en todas sus manifestaciones. Por ello, este acertado ciclo
de conciertos desarrollados en Granada, bajo el título
de “Música y Patrimonio”, es una buena
noticia, supone el punto y seguido de las actuaciones de
conservación de nuestra historia, nos permite refrescar
la memoria histórica y acalorarse en el culto a la
cultura con mayúsculas.
Ciertamente
no es cultura todo lo que se ofrece, incluida la subvencionada
con dinero público, y otra que sí lo pudiera
ser, apenas acuden personas. Por ello, habrá que
realizar tareas con otras motivaciones, promover y suscitar
nuevos asombros, responder a las necesidades, con fidedignos
cultivos, y cautivar con encuentros que nos renueven el
alma, como el realizado en la Capilla Real de Granada. Música
y poesía, palabras y silencios, mares pictóricos
y océanos de la monumentalidad, es la más
nívea gala de amores, una forma de vida que nos hermana
en la heterogeneidad de los estilos de vida y cultura.
Se
equivocan, pues, aquellos animadores socioculturales cuando
ofertan un río de actividades, cortadas por el mismo
patrón, generadas por cuatro amigotes, con la única
pretensión de lucirse ellos mismos y pagarse favores,
los unos a los otros, como figurones de una cultura aburrida,
que nada dice, ni nada aporta. Este reporte de vividores
culturales más bien generan odios, dividen, autoetiquetándose
con sus acciones como repelentes mafias. Por consiguiente,
entiendo, que se necesita una siembra cultural que cultive
y nos haga mejores, con el apoyo del Estado pero también
de la empresa privada, pues si los activos financieros son
importantes, no menos fundamentales para el progreso, debe
ser el activo humano de personas formadas y sensibles, sobre
todo en humanidad.
Víctor Corcoba Herrero
– Escritor-