LA
RANA Y LA GALLINA
Desde su charco una parlera rana
oyó cacarear a una gallina.
-Vaya-le dijo-,
no creyera, hermana,
que fueras tan incómoda vecina;
y con toda esa bulla,
¿qué hay de nuevo?
-Nada, sino anunciar
que pongo un huevo
-¿Un huevo solo?
¡Y alborotas tanto!
¿Un huevo solo?
– Sí, señora mía.
Te espantas de eso,
cuando no me espanto
de oírte cómo graznas noche y día.
Yo, porque sirvo de algo, lo publico;
tú, que de nada sirves,
calla el pico.