LA
GUERRA
Carlos
Bernardo Pecotche
– Montevideo 23 de marzo de 1943
La
palabra que encierra la verdad no puede pronunciarse en ambientes
de violencia ni en aquéllos en los cuales reina aparentemente
la paz, sino donde ella representa una necesidad imprescindible
para el espíritu, como lo es el agua para el organismo.
Y he dicho en los ambientes donde reina en apariencia la paz,
porque en el concepto común se considera que hay paz
cuando no hay guerra. Lo que menos se sospecha es que la guerra
constituye la culminación de una serie de violencias
que fueron gestando silenciosamente la tragedia en las mentes
humanas. Antes de manifestarse en la furia de las armas, la
guerra va encarnándose en los seres, hasta que estos
la ansían como si fuera el único y supremo deshogo
de sus pasiones. Ella es la reversión de todos los
principios, la negación de la realidad viviente expresada
en la vida que cada ser humano contiene, pues la guerra, desde
sus primeros síntomas en esos medios donde la paz es
aparente, atenta contra la vida, y su único objeto
es destruirla.
SERÁ INFRUCTUOSA LA LABOR DE LOS HOMBRES QUE HOY TIENEN
EN SUS MANOS LA ORGANIZACIÓN FUTURA DEL MUNDO, SI PIENSAN
QUE LA PAZ PODRÁ ESTABLECERSE CON MIRAS PERMANENTES,
SIN SER CULTIVADA PRIMERO EN LA MENTE DE CADA UNO.