Y
AL FINAL… UNA DESPEDIDA

Fuiste
para mì todo lo que anhelè,
tal vez la arteria vital
que desde mi nacimiento fallò.
Fuiste fuerza e impulso
de una vida, ignorante a veces,
de pasiones desmedidas.
Fuiste en gran medida
el ùnico objetivo temporal
de una existencia casi vacìa.

Supimos
llorar, reìr y sufrir
y tambièn amar desmesuradamente
hasta tal punto de empañar
los sentimientos màs puros jamàs desbordados.

Orgullo,
vanidad, rencor y dolor
fueron eliminados de mi forma de actuar.
El amor y el perdòn prevalecieron
sobre todo en mi sentir.

Fuiste
para mì fuerza e impulso
en los momentos que màs lo necesitaba.

Con
una sonrisa te conocì,
con una mirada te deseè.
Con unas pocas palabras comenzò
lo que para mì ha significado
lo màs sublime del mundo.

Fuiste
verdaderamente
lo que jamàs comprendiste
y estoy casi seguro,
nunca lo comprenderàs.

Fuiste
para mì
la ternura,
el egoìsmo,
la ambiciòn
y no sè cuantas otras cosas màs
aferradas en mi mente,
muy apretujadas en mi corazòn.

Fuiste
para mì
fuerza e impulso
en los momentos que màs lo necesitaba.

Fuiste
energìa
de una vida insoslayable
de angustias con ternuras
cada cierto instante.

Fuiste
una esperanza en el amor a la vida
que agradecidamente estoy
a tu bondad vehemente de amar
en los momentos que màs me atormentaba
el apetecible deseo de encontrar tu amor…
mi desmedido amor por tì.

Julio Enrique Cepero