WALT
WHITMAN
UNA
HORA DE ALEGRÍA Y DE LOCURA…
¡Una
hora de alegría y de locura! ¡Oh furiosa alegría!
¡Oh furiosa alegría! ¡Oh, no me retengáis!
Corazón de las tempestades,
¿qué es lo que late en ti para desencadenarse
en mi ser de esta suerte?
¿Qué son mis clamores en medio
de los relámpagos
y de los vendavales?
¡Ah! ¡Beber el delirio místico más
que hombre alguno!
¡Congojas tiernas y salvajes!
(Os las dejo en herencia, hijos míos,
os narro por
muchos motivos.
¡Oh esposo y esposa!)
¡Oh, abandonarse a vos, quienquiera que seáis!
¡Abandonaros a mí, con desprecio del mundo!
¡Oh , la vuelta al paraíso!
¡Oh, atraeros hacia mí, imprimir en vuestra boca
virgen los labios de un hombre resuelto!
¡Oh, el enigma, el triple nudo,
el estanque negro y
profundo,
todo lo que se desanuda y se ilumina!
¡Oh, abalanzarse en busca de espacio y de aire!
¡Libertarse de los lazos y de las convenciones anteriores,
yo de los míos, vos de los vuestros!
¡Hallar una despreocupación nueva, inimaginada,
capaz de poner a prueba la mayor fortaleza!
¡Desenmordarse la boca!
Tener el sentimiento hoy o cualquier otro día
– de que me basto a mi mismo, tal como soy.
Sentir algo no sentido aún!
¡En espasmo, en angustia,
en éxtasis!
¡Escapar íntegramente de las anclas
y de los
garfios ajenos!
¡Bogar libremente! ¡Amar libremente!
¡Abalanzarse
temerario y amenazador!
¡Buscar la destrucción, insultándola,
invitándola!
¡Subir, cernerse en el mediodía del amor,
como
en una revelación!
¡Volar con el alma ebria!
¡Perderse, si es necesario!
¡Alimentar el resto de mi vida con una sola hora de
plenitud y de libertad!
¡Con una breve hora de locura y de felicidad!
Creo
que una hoja de hierba, no es menos