Proverbios
y cantares ( I – X )
I
Nunca
perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.
II
¿Para
qué llamar caminos
a los surcos del azar?…
Todo el que camina anda,
como Jesús, sobre el mar.
III
A
quien nos justifica nuestra desconfianza
llamamos enemigo, ladrón de una esperanza.
Jamás perdona el necio si ve la nuez vacía
que dio a cascar al diente de la sabiduría.
IV
Nuestras
horas son minutos
cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender.
V
Ni
vale nada el fruto
cogido sin sazón…
Ni aunque te elogie un brutoha de tener razón.
VI
De
lo que llaman los hombres
virtud, justicia y bondad,
una mitad es envidia,
y la otra no es caridad.
VII
Yo
he visto garras fieras en las pulidas manos;
conozco grajos mélicos y líricos marranos…
El más truhán se lleva la mano al corazón,
y el bruto más espeso se carga de razón.
VIII
En
preguntar lo que sabes
el tiempo no has de perder…
Y a preguntas sin respuesta
¿quién te podrá responder?
IX
El
hombre, a quien el hambre de la rapiña acucia,
de ingénita malicia y natural astucia,
formó la inteligencia y acaparó la tierra.
¡Y aún la verdad proclama! ¡Supremo ardid de
guerra!
X
La
envidia de la virtud
hizo a Caín criminal.
¡Gloria a Caín! Hoy el vicio
es lo que se envidia más.