¿Por
qué?
Hablas
de amor,
amor;
con palabras que ignoras
si llegan a mi orilla;
con destellos que no sabes
si alguna vez veré.
Hablas
de amor,
tal vez;
sin saber lo que es amar,
amor;
sin pensar que tus palabras
no son nada…
nada más.
Hablas
de amor
—amor—,
y practicas mi final;
un simple adiós
a media voz,
por las palabras…
que no dirás.
Jaume
d’Urgell i Rubió
jaume@durgell.com
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