POR
LA CRUZ A LA LUZ
Vivir la cuaresma es hacer silencio
y citarse con soledad, revivir
y hacer penitencia, ¡darse!.
Darse
a los demás,
renacer en transparencia,
resucitar la inocencia,
tomar conciencia y pedir perdón.
Para
encontrar la paz
y reencontrar la luz,
que la cuaresma es tránsito
de las sombras al asombro.
Porque
la conversión
es entrar en un mismo,
como el aire penetra en el mar;
hallarse como en el cielo,
bajo una luna creciente,
y sobre un naciente sol,
que haga brotar el amor. ¡El amor!.
Víctor
Corcoba Herrero