POR ESO… EXISTES
Tú vas de tras de las mejores cosas,
de los sublimes momentos de la vida
por eso… existes.
Pues eres el espíritu dormido,
el verso eterno que pugna por nacer,
la claridad que busca amanecer,
el sueño virgen de la espera.
Eres la veloz agonía de lo superfluo,
el instante de la viva inspiración,
el ocaso de la materia vana,
la veta de la pluma en su escritura.
Eres el tema necesario del poeta,
la musa inspiradora de la idea,
por eso… existes.
Hugo F. M. Otero