POEMA
DE LA VERDAD QUE DUELE
El
espacio mordido que hay entre esto
que
hoy conozco y ayer
desconocía.
Este
lugar sabido que me duele
como
flecha
todavía
nueva.
Este
paso quedado en cualquier parte,
estos
hombros que pesan
como
esperas.
Estos
ojos vencidos que retornan
de
la noche del grillo
y
del rocío,
la
dolida luz enferma
de
sombra, esta tristeza.
Eso
profundo allí, ya profanado
la
verdad que me dieron
¿quién
la quiso…?
Que
me devuelvan nueva la mentira
que
me lleven
a
mi sitio de entonces,
a
la misma
dimensión
del engaño, y que me dejen.
¿Quién
encendió palabra como brasa…?
Quiero
volver
oscura
selva y ciega.
Que
te encuentre tanteando entre las ramas,
que
te abrace nocturna
adivinando.
Que
te sienta
sin
saberte en espacio donde el beso
toque
a fondo el corazón
y
tiemble.
Intuidos,
que
te duela y me duelas como herida,
que
te crea
y
me creas, con las manos,
con
la piel, con la sangre, con los huesos,
con
el impulso
con
que nos buscamos,
con
la esperanza del encuentro nuevo.
Aunque
fuera mentira
que
yo existo,
y
aunque fuera verdad
esta
mentira, torturada de fe,
con
que me engaño.
Matilde
Albna Swann
(Transito del infinito adentro)