Oda a la Casa Abandonada
Pablo Neruda
Casa, hasta luego!
No
Puedo decirte
Cuándo
Volveremos:
Mañana o no mañana,
Tarde o mucho más tarde.
Un viaje más, pero
Esta vez
Yo quiero
Decirte
Cuánto
Amamos
Tu corazón de piedra:
qué generosa eres
con tu fuego
ferviente
en la cocina
y tu techo
en que cae
desgranada
la lluvia
como si resbalara
la música del cielo!
Ahora
cerramos
tus ventanas
y una opresiva
noche prematura
dejamos instalada
en las habitaciones.
Oscurecida
te quedas viviendo,
mientras
el tiempo te recorre
y la humedad gasta poco a poco tu alma.
A veces una
rata
roe, levantan los papeles
un murmullo
ahogado,
un insecto
perdido
se golpea.
ciego, contra los muros,
y cuando
llueve en la soledad
tal vez
una gotera
suena
con voz humana,
como si allí estuviera
alguien llorando.
Sólo la sombra
Sabe
los secretos
de las casas cerradas,
sólo
el viento rechazado
y en el techo la luna que florece.
Ahora,
hasta luego, ventana,
puerta, fuego,
agua que hierve, muro!
Hasta luego, hasta luego,
cocina,
hasta cuando
volvamos
y el reloj
sobre la puerta
otra vez continúe palpitando
con su viejo
corazón y sus dos
flechas inútiles
clavadas
en el tiempo.