SALVADOR
DÍAZ MIRÓN
MÚSICA
FÚNEBRE
Mi
corazón percibe, sueña y presume.
Y como envuelta en oro tejido en gasa,
La tristeza de Verdi suspira y pasa
En la cadencia fina como un perfume.
Y
frío de alta zona hiela y entume;
Y luz de sol poniente colora y rasa:
Y fe de gloria empírea pugna y fracasa,
Como en ensayos torpes un ala implume!
El
sublime concierto llena la casa;
Y en medio de la sorda y estulta masa,
Mi corazón percibe, suena y presume.
Y
como envuelta en oro tejido en gasa,
La tristeza de Verdi suspira y pasa
En la cadencia fina como un perfume.