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Mi angel
Flores, Manuel Maria

MI
ANGEL

¡Oh! niña de mis sueños,
tan pálida y hermosa
como los lirios blancos
que besa el Atoyac;
tú la de mis recuerdos
imagen luminosa,
el ángel cuyas alas.
tocáronme al pasar;
perdona, dulce niña,
perdona si mi acento
temblando, de mi alma
levántase, hasta ti;
pero tu bella imagen
está en mi pensamiento
no sé ya desde cuándo…
quizá desque te vi,

Desde
que vi tus ojos,
tus ojos de querube,
tus ojos en que el alma
se abrasa de pasión;
y desde aquel instante
otra ilusión no tuve
que darte con mi vida;
mi altivo, corazón.

Si
apenas te conozco
¿Por qué te quiero tanto?
¿por qué mis, ojos ávidos
te buscan sin cesar?
¿por qué en el alma siento,
tan tétrico quebranto!
cuando tu rostro de ángel
no puedo contemplar?

¿Por
qué sueño contigo
y en, ti, tan sólo pienso?
¿por qué tan dulce nombre
me llena de emoción?
¿por qué se abrasa mi alma
en este amor inmenso,
si apenas te conozco,
mujer de bendición?

No
estás ante mis ojos
y por doquier te miro;
conmigo, va tu sombra
por dondequier que voy.
Escucho tu pisada,
recojo tu suspiro,
y velas a mi lado,
cuando, dormido estoy.

¿No
sabes tú, no sabes,
mujer, que te amo tanto
cuanto, sobre la tierra
el hombre puede amar?
¿Que diera mi existencia
por enjugar tu llanto,
que diera… hasta mi alma,
tus plantas por besar?

Y
si tuviera un mundo,
un mundo te daría;
y si tuviera un cielo,
lo diera yo también,
porque me amaras tanto,
mitad del alma mía,
que alguna vez sintiera
tus labios en mi sien…

No
sientes cuando cierra
tus ojos celestiales
el ángel de los sueños
con su ala sin color,
no sientes que mi alma
sobre tus labios rojos
derrama un mar de besos
con infinito amor…?

Sé,
niña, del poeta
la inspiración bendita,
la virgen de mis sueños,
la fe del corazón;
sé mi ángel, sé mi estrella,
la luz que necesita
mi espíritu sediento
de amor y de ilusión.

Extiende
cariñosa
sobre mi sien tu velo;
bajo tus alas blancas
de ti camino en pos,
tu luminosa huella
me llevará hasta el cielo:
te seguiré, mi ángel,
para llegar a Dios.

MANUEL
MARÍA FLORES