LATIDOS
DE AMOR
I.- NO SABEN LO QUE HACEN
Jesús no se apodera de sí mismo,
colmado de compasión hacia todos,
desde la Cruz y con iguales modos,
pide el perdón y la luz del bautismo.
Jesús
en la Cruz no piensa en su don,
ni el dolor le vence a ninguna hora,
nos baña de amor, y por amor ora
al Padre, donándonos el perdón.
Señor
perdónanos, danos cobijo,
que en la casa de Dios se halla la vida
sin sombras que asombren la luz que anida,
celeste nido al que vuelo como hijo.
II.- HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO
La
Cruz, patíbulo de los esclavos
y bandidos, sirvió de ejecución
a Jesús, sin piedad ni compasión,
le atravesaron el cuerpo con clavos.
A
tres hombres la expiración alcanza:
Uno, que es Dios, perdona y su voz calma.
Otro arrepentido, libera su alma.
El otro muere en la desesperanza.
¿Cuánta
necedad y cuánta desgracia
se encierra en no acompañar al Señor,
en morir sin llenarse de su Amor,
para vivir los dones de su gracia?.
Señor
Jesús, acuérdate de mí,
y de toda la tierra, tus deudores,
líbranos de odios, vicios y errores,
y llévanos a la Vida, hacia Ti.
III.-
TODO ESTÁ CUMPLIDO
Él
siente que la vida se le escapa
de su cuerpo, mas todo está cumplido,
palabra que es un suspiro de alivio,
luz que nos redime y nos empapa.
Este
Cristo, de piedad consumado,
en la fidelidad y en la obediencia
hasta la muerte, es la viva esencia,
la verdad más alta, el amor Amado.
Señor,
desde ese trono glorioso
de la Cruz, danos el don de la paz,
el don de la justicia y hermandad,
y guíanos hacia Dios, Padre hermoso.
Víctor Corcoba Herrero