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Las soledades de babel
Benedetti, Mario

LAS
SOLEDADES DE BABEL
Mario Benedetti

La
soledad es nuestra propiedad más privada
viejo rito de juegos malabares
en ella nos movemos e inventamos pareces
con espejos de los que siempre huimos.
La soledad es tiempo, veloz o detenido,
reflexiones de noria, espirales de humo,
con amores in vitro, desamores in pectore,
y repaso metódico de la buena lujuria.

La
soledad es noche con los ojos abiertos
esbozo de futuro que escondió la memoria
desazones de héroe encerrado en su pánico
y un sentido de culpa, jubilado de olvido.
Es la tibia conciencia de cómo deberían
haber sido los cruces de la vida y la muerte
y también el rescate de los breves chispazos
nacidos del encuentro de la muerte y la vida.

La
soledad se sabe sola en mundo de solos
y se pregunta a veces por otras soledades
no como vía crucis entre ánimo y ánima
más bien con interés entomológico.
Todavía hace un tiempo, en rigor no hace tanto
las soledades, solas, cada una en su hueco
hablaban una sola deshilachada lengua
que los momento claves les servía de puente.

O
también un mano un señal un beso
acercaban al solo la soledad contigua
y una red solidaria de solos conectaba
las geografías y las esperanzas.
En el amor y el tango los solos se abrazaban
y como era de todos el idioma del mundo
podían compartir la tristeza y el goce
y hasta se convencían de que no estaban solos.

Pero
algo ha cambiado, está cambiando
cada solo estrenó su nueva cueva
nuevo juego de llaves y candados
y de paso el dialecto de uno solo.
Ahora cuando bailan los solos y las solas
ya no se enlazan, guardan su distancia
en el amor se abrazan pero piensan
en otro abrazo, el de sus soledades.
Las soledades de babel ignoran
qué soledades rozan su costado
nunca sabrán de quién es el proyecto
de la torre de espanto que construyen.

Así,
diseminados pero juntos
cercanos pero ajenos, solos codo con codo
cada uno en su burbuja, insolidarios
envejecen mezquinos como islotes
y aunque siga la torre cielo arriba
en busca de ese pobre dios de siempre
ellos se desmoronan sin saberlo
soledades abajo, sueño abajo.