Canciones de Otoño (1993)
Ulises Varsovia
La mar
¿Escuchas un ruido sonar, Claire,
un ruido ascender, quebrarse en espumas,
estallar en el aire poderosamente
y descender como estrellas caídas?
¿Escuchas de noche, tras los cristales,
un crepitar como de nueces rodando,
un como aguas dolorosas y azules
recogiendo y estirando sus lenguas sonoras?
Es la mar que me reclama, esposa,
es mi madre, mi novia o mi amante
que me busca por toda la tierra
con su voz de doncella gimiente.
Es que era obscuro de noche, ¿sabes?
Es que hacía frío entonces, en la ribera,
y sólo el ruido de la mar inmensa,
sólo sus besos sulfúricos tatuándome.
No puedo huir de ella, esposa.
¿No oyes su ruido gemir tras los cristales?
¿No escuchas sus sirenas enloquecidas
atravesar mis sueños con sus cánticos tristes?
Ella con su estampida de espumas ebrias,
ella con sus brazos innumerables rodeándome,
ella en el tiempo desnudo, en la orilla,
la mar con sus aguas dolorosas y azules.
Ulises Varsovia