LA ANTORCHA VIVIENTE
Charles Baudelaire
Van delante de mí esos Ojos llenos de luces,
Que un Angel sapientísimo ha imantado sin duda;
Van, esos divinos hermanos que son hermanos míos, Sacudiendo en mis ojos sus fuegos diamantinos.
Salvándome de toda trampa y de todo pecado grave, Conducen mis pasos poer el camino de lo Bello; Son mis servidores y yo soy su escalvo;
Todo mi ser obedece a esa antorcha viviente.
Encantadores Ojos, brilláis con la clariodad mística
Que tienen los cirios ardiendo, en pleno día; el sol
Enrojece, pero no apaga su fantástica llama;
Ellos celebran la Muerte,
vosotros cantáis el Despertar;
Marcháis cantando el despertar de mi alma,
Astros cuya llama ningún sol puede deslucir.