IMÁN
Dedicado
a aquellos que por
distintas razones
deben ocultar sus sentimientos
aun a sabiendas
que en ello se les va …
la vida.
Son
mis ojos los valientes,
que a tu cuerpo desafían,
que por mas que no lo quieran,
a tu piel ellos vigilan.
De
tu aroma son esclavos
dos sentidos de mi vida.
El uno siempre respira,
el otro bebe y transpira.
En
el fuego de tu vientre,
cautelosas se veían,
las dos manos que mi cuerpo
por fin ya no contenían.
Tu
silencio era legible,
y mi oído un gran lector
de un sonido que invisible
dominó mi corazón.
En
mi mente está tu imagen
y en tu piel está mi amor,
por favor demos licencia
al placer entre los dos.
Son
entonces estos cinco,
mis sentidos vida mía,
tu presencia los anima
y tu ausencia … contamina.
Sebastián Blanco Leis
Colaboración : Carlos Malevo