ELOGIO DEL MATE
Álvaro Yunque
Mate cordial y tibio,
Al verte entre mis manos
Me pareces un fruto de los bosques,
Tu bombilla es el tallo.
Mate, no sé que tienes, algo íntimo
– no sé qué tienes algo que pide confidencias.
Eso que buscan otros
En la copa de alcohol, en ti se encuentra:
Silenciosos, en cada chupada te decimos
El humano dolor que nos aqueja,
Tú al final nos respondes con rezongos de viejo
Y con esos rezongos nos consuelas.
Mate, eres, ante todo,
Por sobre todo, un símbolo:
Símbolo eres de hermandad humana,
Tú que haces casi gauchos a los gringos.
Mate, eres un vehículo de paz y fuente de amor es tu tibio cuenco aquí, sabroso mate,
por estos poliglotas, babélicos y únicos
conventillos de Buenos Aires.
Mate de Juan Moreira,
Hermano del facón y la guitarra,
Hoy te toman los hijos de Cocoliche y eres
Por ellos el hermano del martillo y la pala.
Mate sabroso y puro, tú le brindas
Voluntad, brío y fuerzas
A españoles o turcos, italianos o hebreos
Que en el taller o en campo se doblan en la brega.
¡Sucia, áspera, terrible!
Que, simpáticamente, llaman: «Hacer la América».
Mate:
Me llego a ti puestos los labios
Como para besarte.