ELIGE
OH JUAN…
Elige
¡oh Juán! un amigo
franco, sincero y honrado
que cuando estés a su lado
no extrañes no estar conmigo.
Un
joven que imite a un viejo
en lo juicioso y prudente,
que te conforte y aliente
siempre que te dé un consejo.
Que
se interese en tu bien,
que censure tus errores,
y en tus dichas y dolores
se alegre o sufra también.
Que
nunca te incline al mal,
que no te engñe ni adule,
y te aplauda o te estimule
con desinterés igual.
No
un farsante, un caballero,
por hechos, no por blasones;
que sea en todas tus acciones,
no un complice, un compañero.
Que
puedas darle tu mano
sin temor de que la manche;
un ser que el alma te ensanche
cuando le llames hermano.
No
le canse tu exigencia,
ni tu carácter le hostigue;
piensa bien cuánto consigue
la mutua condescendencia.
Que
no ostente falsas galas;
que no oculte la verdad
y sepa que la amistad
es sólo el amor sin alas.
¡Oh,
mi Juan! yo te lo digo,
por que éste mundo al cruzar
es muy difícil hallar
este tesoro: un amigo.
Y
es tan grave su elección
que te lo puedo decir,
compromete al porvenir,
compromete al corazón.
Y
tanto influye en la suerte
del necio que se descuida,
que un buen amigo es la vida
y un mal amigo la muerte.
Como
tu dicha es mi afán
no busques falsos testigos
tus libros y tus amigos
preséntamelos, mi Juán.
JUAN DE DIOS PEZA