FRAY
LUIS DE LEÓN
DESPUES
QUE NOS DESCUBREN …
Después
que no descubren su lucero
mis ojos lagrimosos noche y día,
llevado del error, sin vela y guía,
navego por un mar amargo y fiero.
El
deseo, la ausencia, el carnicero
recelo, y de la ciega fantasía
las olas más furiosas a porfía
me llegan al peligro postrimero.
Aquí
una voz me dice: cobre aliento,
señora, con la fe que me habéis dado
y en mil y mil maneras repetido.
Mas,
¿cuánto desto allá llevado ha el
viento?,
respondo: y a las olas entregado,
el puerto desespero, el hondo pido.