CON
UNA SONRISA A LA VIDA
Cuando
tengas una pena
refùgiate en lo hermoso de la vida.
Vive una mañana con alegrìa
al despertar pensando
que algo mejor nos ha de llegar.
Transforma
la tarde, placentera, con tus risas;
dàndole a cada cosa el color perfecto.
Espera
la noche con la esperanza
que la otra mañana serà aùn mucho mejor,
dicièndole gracias a Dios
porque cada mañana pasada,
cada tarde vivida
y cada noche soñada
te haya hecho aminorar tu pena
con una gran sonrisa a la vida.
Esa,
nunca se agota;
siempre y cuando del corazòn te brote
para hacer, una vez màs,
que siga viva la fè
para poder enfrentar
todos los grandes retos,
todos esos escollos
que como prueba la vida nos da.
Sonrìe
siempre,
puès èsa serà el arma poderosa
para ganar tus grandes batallas
en esta vida
y en la otra,
que quizàs
tambièn nos haga falta.
Julio
Enrique Cepero