Angeles exiliados
En impromtus temerario
arrojaré bocanadas de fuego,
reencarnaré como dinosaurio,
dragón o vampiro ciego.
Los dioses de aquel Olimpo
muy benévolos han sido…
De venganza es tiempo,
el demonio será vencido.
Abramos alas de cóndores,
abrazos de mortal Pitón,
mordidas de tiburones tigres…
Marinas divinidades como el Tritón.
Surgirán de su bestial exilio
celestiales ángeles dominados,
por su color discriminados,
fría decisión de un Concilio…
En este infierno de ‘Santos’
¿somos todos seres humanos?
Por qué no ángeles negros,
por qué sí, ángeles blancos.
Sin sometimiento papista,
sin tener que ser budista,
mahono, evangelista,
judío o arabista…¡Basta!
¡Libres para elegir un lugar!
donde vivir en armonía, descansar
en paz, como Pegaso resurgir
y ¡nunca más transigir!
Matilde Maisonnave