AMOR
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. . .Yo lo soñé impetuoso, formidable
y ardiente;
Hablaba el impreciso lenguaje del torrente;
Era un mar desbordado de locura y de fuego,
Rodando por la vida como un eterno riego.
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. . . .Luego soñélo triste, como un gran
sol poniente
Que dobla ante la noche la cabeza de fuego;
Después rió, y en su boca tan tierna como
un ruego,
Sonaba sus cristales el alma de la fuente.
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. . . .Y hoy sueño que es vibrante, y suave,
y riente, y triste,
Que todas las tinieblas y todo el iris viste;
Que, frágil como un ídolo y eterno como
Dios,
Sobre la vida toda su majestad levanta:
Y el beso cae ardiendo á perfumar su planta
En una flor de fuego deshojada por dos…
AUTOR:
DELMIRA AGUSTINI