Amor
de estío
Camino despacio entre las toscas…
Un remolino de hojas,
apuran los sonidos
y quiero estar contigo.
Bajo tu cielo, febrero,
se mueven, incansables,
árboles de mil colores.
Selvática tierra,
mordida por el tiempo;
aromas que nacieron hace siglos.
Una enorme sombrilla
con flores rosadas,
me maravilla;
pinos de todas especies;
eucaliptos aromáticos
que se tuercen, ávidos,
por llegar a mi estío.
Si estuvieras aquí,
sería un día de ocio y sosiego,
atravesando el sendero,
oscuro de arboleda y fresco.
Y te amaría en ese árbol,
de tronco ancho y bondadoso.
Bajo tu cielo celeste, febrero,
un picaflor me daría un beso.
También me darías esa flor, rosada,
que está tan alto, mas yo la quiero,
como te quiero, amor inalcanzable.
Un tintineo de campanillas azules,
fantasean conmigo, este encuentro,
como en los cuentos.
Yo sueño, amor,
tan lejano, tan intenso.
Sueño que vuelvo a esos años plenos…
Para ser en tu juventud, pétalo,
luna en tu bolsillo, lirios blancos
donde apoyes tus deseos.
Mi amor, tuyo en el estío…
¡Tú, amor! ¡Mío!
Matilde Maisonnave