A una dama muy blanca vestida de verde
Gongora, Luis de
A UNA DAMA MUY BLANCA,
VESTIDA DE VERDE
Luís de Góngora
Cisne gentil, después que crespo el vado
dejó, y de espuma la agua encanecida,
que al rubio sol la pluma humedecida
sacude de las juncias abrigado,
copos de blanca nieve en verde prado,
azucena entre murtas escondida,
cuajada leche en juncos exprimida,
diamante entre esmeraldas engastado,
no tienen que preciarse de blancura
después que nos mostró su airoso brío
la blanca Leda en verde vestidura.
Fué tal, que templó su aire el fuego mío,
y dió, con su vestido y su hermosura,
verdor al campo, claridad al río.