A Octavio Paz
Octavio, vuelo de gaviota
No te has ido
Como ave marina
Reflejaste tu figura
En la mar inmensa
Tus peces infinitos
Fueron las letras
De tus versos sobrehumanos.
Octavio,
paz y guerra
Fuiste fuego en las palabras
Fuiste y serás símbolo de tu pueblo
Y de éste mundo universal.
Reconocido
con justicia mayor
Que en otros casos
Serás para siempre recordado,
Yo sé que no descansas:
Tu paz será en el infinito:
Crear.
Si
tu voz es la tierra…
¿Por qué no hablas?
Moviéndola desde las entrañas…
Si tu voz es el océano
Por qué sus olas
No llegan hasta mi playa?
Y si está en las nubes
Por qué no llueves?
Para que el rocío
En mí descansara
Si tu voz es el viento
Por qué no silbas?
Para darme una esperanza
OH Tú Creador de voluntades
Y también Creador de la nada
Que apuntas tus silencios en el alba
Para mortificar mi fortuita alma.
Y
cuando hay un silencio ensordecedor
Quién clama en la distancia?
Sino es la voz de mi interior
Que se escucha apagada
Es tu voz, es mi voz
Voz sin voz
Que clama sin fronteras
Sin diferencias, el ser escuchada
Para que sea por la fe coronada
Y pueda cantar en cada palabra
Ya estoy a tu corazón?
Ah no quiero ser engañada
Si yo alguna vez tu voz escuchara
Quizá algún día cambiaría mis
faltas,
Si hubiera como es normal
Entre el mayor y el menor comunicación
Es triste Dios, el humano se la perdió
Pero por qué con sus pecados
Tengo que cargar yo?
¡OH me desespera tu indiferencia Señor!
Si tu voz es canto
Que se escuche en la montaña
Allí acudiré a escucharla…
Mi voz a ti debida
Ahora está tan callada…
El
frío de la tarde
Se acumula en mis lóbregos
Esfuerzos por retener tu cáliz
Por juntarme a las húmedas ventanas
Y ver cómo ambientarme,
El fuego de mi talle
Y el viento en tus cabellos
De tarde en tarde,
Preguntándote:
Y ver cómo por suerte
Que piensas encontrarme.
Y vuelvo hacia mi crepúsculo
Cansada y cabizbaja
De viento al encontrarte
Me siento paralizada,
Si pasan muchos días
Mi pecho desconfía,
Es de nuevo retarte…
Es de nuevo medirme
Y luego de tanto pensarte
Verte de nuevo, palpitante…
¿Será cuándo el día?
Que pueda saludarte, y de respuesta
Haberte conseguido
Para nunca olvidarte.
Como el miedo del estío,
Vendrán quietudes inquietantes…
Cómo encontrarnos
Sin habernos conocido
Y de nuevo inventarte
Y descubrir ésta vez… El Paraíso…
Te amo,
y estás loca
Me desbordo en tus labios
!me desbordo!
en todo lo que pueda de mí…
me trasluzco y tu te ofreces
en una claridad intensiva
¿Para que contenernos más?
si lo que habremos de esperar
serán caricias y un contacto especial…
te amo y soy ferviente
admiradora de tu fertilidad
en el efecto de poseerme mas,
te amo y no confusa
sé que te quiero en mi eternidad…
Ana
Carla Martínez Jiménez