A
MIRTHA
PARA EL AMOR NO HAY MEDIDA DE TIEMPO
SÓLO LA INTENSIDAD DE LOS SUEÑOS
CON LA CUAL TÚ Y YO PODEMOS CONTAR.
MAS ES REALIDAD, TODO ESTE SENTIMIENTO
QUE SÉ NO NOS VA A FALTAR.
NO PUEDO MEDIR TODO TU ESPACIO
NI ADIVINAR TODOS TUS MOMENTOS
PERO SÍ CALCULAR QUE ESTOY
EN CADA ESPACIO DE ELLOS.
PORQUE YO TE APERCIBO Y CONSTANTE TE PIENSO
CON UNA FE VISIONARIA
Y UN AMOR DE ESMERO
EN CADA UNO DE TUS ACTOS
Y TU DIARIO TRAYECTO
TE ACOMPAÑA MI CORAZÓN Y MI PENSAMIENTO.
ME PRODUCES PAZ
COMO NUNCA PUDE LOGRARLA
UN DÍA, LA ETERNIDAD
SERÁ COMPLICE DE NUESTRAS MIRADAS…
Cruzo
la cortina de humo
la noche que atravieso hacia tu cuerpo
el olor a mujer es infinito
mueve los goces de mis cavernas sedientas
te hallo en claroscuro
no reposas
tú palpitas
subyugada entre espasmos
y tu cuerpo va chorreando la ambrosía
de un sudor congelado
que al contactar y tu cuerpo
con mi palma temblorosa
hierve en ti, todo el esplendor
yaces desnuda, desde horas incontables
esperando que mis ansias se consuman en tu ardor
entonces yo provocadora
descubro mi cuerpo níveo que se extasía
y mis ojos te contemplan en rigor
tú me tomas de las manos
yo desciendo hasta tu gloria
y dormitáramos felices
si al chocarse nuestros cuerpos
el espacio infinito no clamara
en orgasmo estremecedor
tu cuerpo empalmado a mi cuerpo
tu olor confundido con el mío
tu sexo exultado en mi sexo
deseo del cabalgarte infinito
Ahora tú, boca a boca
que derrites mi aparente distancia
bebes mi fragancia y yo tu néctar
cual dos mariposas enamoradas
nos vamos abriendo como desgajándonos en caricias
y ya tu boca bebe a mis entrañas de azul y silencio
logrando en chasquidos fugaces
las notas más sonoras y más blancas
y yo al presumir mi talento
con labios y lengua de fuego
escarbo y penetro constante
tu hoguera
en delicias de flor
de ambas gemidos y risas y viento
de ambas la gloria en sentirnos las dos
la luna plateada acaricio tus senos
y yo a tu costado contemplo tu esplendor
el alba descubre dos desnudos cuerpos
entrega a la gloria un sueño de amor…
Viento,
te empecinaste en acallar su nombre…
tres días de lluvia y dolor…
los otros se sucedieron en silencio…
la noche me correspondía su ausencia
y un día estallé en llanto
dudando de su amor…
! necia!, estaba enloqueciendo de dolor…
¿Cómo negarme las auroras?
si el canto se lo di en mi pudor…
mujer niña, mía…
siente leve el resplandor…
levantaré los ojos y el alma mía
!ya quiero estrecharte en convicción!…
eres el sol, que hay veces se oculta…
la fe me dice que de nuevo brillo…
ahora comencemos la vida…
tomando en nuestras almas… !el amor!…
Moriré de ti,
ya no de amor…
si me niegas tu futura fragancia…
moriré sin ti
con todo el dolor
si no lograrás perdonarme,
moriré de sed
frente a la fuente
que me negué…
es la justa medida
a mis faltas…
moriré otra vez
y esta si que ganara la parca
yo que quise vivir
contigo un sueño de quimeras
ahora las aptitudes de ser
me faltan
moriré por mi error
moriré por que así lo quiere tu corazón
moriré en mi dolor
si no me dices: te perdono
moriré mañana, al alba…
Tus
ojos inmensidad del pensamiento
acariciando una eternidad continua
tu alma vertida en ellos
demuestra ya mi vida
tu
cálida sonrisa, huidiza
de promesas inconcretas
solo verdades eternas
labios que ríen mi fe
tu
rostro, perfecto
en líneas de diana
y mayor comprensión
adaptándose a mi expresión
tu
aura, tan tibia y grata
profunda, perfumada
completamente hermosa
completamente humana
mujer,
de un mundo
de luchas constantes
te veo con fe debatirte
en él y salir victoriosa
tú,
a cada día que transcurre
me colmas mas de dicha
me llevas mas de ti
se cumple la promesa
de sernos nosotras dos…
Ana
Carla Martínez Jiménez