FRASES
DE : SÉNECA II

Nunca es poco lo que es bastante;
nunca es bastante lo que es mucho.

Un enano es siempre pequeño,
aunque tenga una montaña por pedestal.

Desde la infancia
da señales de ingenio.

Ingrato es el que sólo
en secreto es agradecido.

Ingrato es el que niega
el beneficio recibido; ingrato,
quien no lo restituye; pero de todos
el más ingrato es el que lo olvida

.
Nadie apunta en su agenda
los favores recibidos.

Contra la ira, dilación.

La razón trata de decidir
lo que es justo. La cólera trata de
que sea justo todo lo que ella ha decidido.

Nada se parece tanto
a la injusticia,
como la justicia tardía.

No hay lugar tan estrecho
donde no se pueda elevar
el pensamiento al cielo.

Echarás de menos los males
a los que hoy buscas remedio.

La malicia bebe
la mayor parte de su veneno.

Apartemos el lujo y
midamos las cosas por
la utilidad que nos aportan.

Nunca me avergonzaré
de citar una buena sentencia
porque sea de un autor malo.

Todo el que no abandona la
senda de la medianía, no corre jamás
por el camino estable.

Nada entiende el que
una parte no entiende.

Si quieres someter todas
las cosas a ti mismo, sométete
primero a la razón.

El que recibe lo que
no puede pagar, engaña.

Dejaras de temer,
cuando dejes de esperar.

El colmo de la infelicidad
es temer algo, cuando
nada se espera ya.

Es rey quien nada teme
y rey quien nada desea;
cada cual puede regalarse
con este reino.

Si no queréis temer nada,
pensad que todas las cosas
son de temer.

Igual virtud es moderarse
en el gozo, que moderarse en el dolor.

Se necesita poseer un
espíritu fuerte para conservar
la moderación cuando todo nos va bien.

Toda virtud se
fundamenta en la medida.

Aquél que puede sustraerse
fácilmente a la vida, no puede ser feliz.

Aquél que tú lloras por muerto,
no ha hecho más que precederte.

Poemas y Relatos