FRASES
DE: SÉNECA

La
diligencia es una gran ayuda,
para el que posee un mediocre ingenio.

El gladiador se decide en la arena.

Los que saben mucho se admiran
de pocas cosas, y los que no
saben nada se admiran de todo.

Natural cosa es que nos
causen más admiración las
cosas nuevas que las grandes.

La amistad es siempre
provechosa, pero el amor
algunas veces es perjudicial.

Nunca nos aprecian
tanto los demás, como cuando nos
apreciamos nosotros mismo

Si
quieres ser amado, ama tú.

El que puede socorrer
al que va a perecer y no
lo socorre, lo mata.

El que tiene mucho desea más,
lo cual demuestra que no tiene
bastante; pero el que tiene bastante
ha llegado a un punto al que
el rico no llega jamás.

La avaricia es como la llama,
cuya violencia aumenta en proporción
al incendio que la produce.

Recógete en ti mismo cuando puedas,
busca a quienes puedan hacerte
mejor y recibe también,
a quien tú puedas mejorar.

Verdaderamente, el azar tiene
mucho poder sobre nosotros,
puesto que, si vivimos, es por azar.

Prefiero
molestar con la verdad,
que complacer con adulaciones

El artista encuentra un mayor
placer en pintar, que en
contemplar el cuadro

Todo arte es imitación
de la naturaleza.

Cuando no se puede
sufrir algo, lo mejor es
saberlo sufrir.

Cuando se está en medio
de las adversidades, ya es tarde
para ser cauto

El fuego prueba el oro;
la miseria, los hombres fuertes.

El dolor de una herida
es igual en los cuerpos grandes,
como en los pequeño.

En la desgracia conviene
tomar algún camino atrevido.

Gozan los ánimos fuertes

en
las adversidades, al igual que los soldados
entrépidos triunfan en las guerras.

La adversidad vuelve
sabio al hombre.

La desgracia es ocasión
para la virtud.

La desgracia no quebranta
al hombre valiente.

No hay cosa más dificultosa
de hallar, que palabras
proporcionadas a un gran dolor.

Es difícil tener como amigos
a todos; basta con no
tenerlos como enemigos.

Sabed que cuando uno es
amigo de si mismo, lo es también
de todo el mundo.