LOS NIÑOS
SOLDADOS
Adulterados por los adultos,
los niños soldados,
soldados por el enrejado odio,
dejaron de ser niños, dejarán de ser personas.
Alimentados
por las drogas
y alentados por los domadores,
toman las armas y abandonan el alma,
matan el miedo y rematan a sangre fría.
Porque tienen
que asesinar para poder vivir,
los niños soldados no ríen como ríen otros
niños,
ni sueñan como sueñan otros niños,
ni besan como besan otros niños.
Rajada la
inocencia y roto el corazón,
los astutos dominadores,
escudados en humanas criaturas,
ponen el sello del dominio y reponen la cruz del dominado.
Y los niños,
a golpe de muerte,
robado el natural derecho a ser niño,
quedan vivos en la cuneta
de la desesperanza y de la desesperación,
tan quemados como sus metralletas
y tan desplomados como sus víctimas.
Víctor
Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net