Tú,
mi ninfa
Autor: Milton Álvarez

No estoy alucinando,
mas igual siento
tu risa como cascada,
no he cerrado los ojos siquiera,
sin embargo tu belleza
se desboca ante ellos,
extasiando mis sentidos,
cautivando la razón y la conciencia,
posesionándote hasta de mi voluntad,
creando y haciendo vivir en mi mente
imágenes delirantes, exuberantes,
de las pequeñas cosas,
de los paisajes fantásticos,
del bullicio y de la solitud,
del encanto de tu mirada,
el arco iris vespertino y del rocío.

Y aunque
a veces tu presencia
también sea un sueño por la distancia,
inundas mis días a ramalazos de luz
con las imágenes de tu alegría
de tu devoción por la vida,
de la insistencia
por relacionarla con la belleza,
por lo enigmática, compleja
y simple también;
porque no se me acabe nunca
estas ansias de tenerte siempre,
para vivir tratando de describirte
en lo cotidiano, en las abstracciones
en la ausencia y en el abrigo
exquisito de tu mirada.

Cierro mis
ojos
para buscarte querida mía,
en el plácido remanso
de nuestro mar plateado,
en tu fragancia siempre desconcertante,
para encontrarme
en el fondo de tu mirada,
para sentirte en cuanto
puedan describir mis palabras,
en las palabras
que después de armonizarlas
me es tan difícil leerlas,
porque están llenas de ti musa mía.

Cierro mis
ojos para buscar llegar a ti,
hasta nuestro recodo añorado
de amor y fantasía,
para entregarte este ramo de líneas añiles,
para decirte tan sólo que te adoro y añoro,
que quisiera pintar un beso tuyo,
pero no me llega ningún referente
de tu boca pequeña,
de las mil sensaciones
que me dan tus labios,
de los tantos vuelcos
que provocas en mí,
de cómo visitar en ellos el mismo cielo,
entonces, deja que escriba así
cómo eres tú, mi ninfa.