LUIS
CARRILO SOTOMAYOR
COSAS
QUE FUERON
Y SE ACABARON
Cosas
que fueron y se acabaron
El imperioso brazo y dueño airado,
el que Pegaso fue, sufre paciente;
tiembla a la voz medroso y ,obediente,
sayal le viste el cuello ya humillado.
El pecho anciano de la edad arado,
que amenazó desprecio al oro, siente
humilde ya, que el cáñamo le afrente;
humilde ya, le afrente el tosco arado.
Cuando ardiente pasaba a la carrera
sólo su largo aliento le seguía;
ya el flaco brazo al suelo apenas clava.
¡Ah,
qué verdad temió su edad primera!
Llegó, pues, de su ser el postrer día;
que el cano tiempo, en fin, todo lo acaba.
A Sansón
Verse duda Sansón, y duda el lazo
lo que él; duda Sansón, duda y procura
hurtarse fuerte en vano a la atadura;
ella tiembla temor, y fuerza el brazo.
Aquel valiente, aquel que de un abrazo
puso puertas a un monte y su espesura,
flaca para él un tiempo ligadura
es a su libertad fuerte embarazo.
Llega el fiero jüez, condena a muerte
los ojos, y él risueño y sosegado
dijo, más que su fuerte brazo fuerte:
«Si
tres veces de Dálida burlado
sus engaños no vi, ¡oh, juez!, advierte
que ya de ellos estaba despojado».