HORACIO
(65 a.C.-8 a.C.)
Poeta lírico italiano
BIOGRAFÍA
Poeta
lírico y satírico romano, autor de obras maestras
de la edad de oro de la literatura latina.
Quinto
Horacio Flaco nació en diciembre del año 65
a.C., hijo de un liberto, en Venusia (hoy Venosa Apulia, Italia).
Estudió en Roma y Atenas filosofía griega y
poesía en la Academia. Fue nombrado tribuno militar
por Marco Junio Bruto, uno de los asesinos de Julio César.
Luchó en el lado del ejército republicano que
cayó derrotado por Marco Antonio y Octavio (después
Augusto) en Filipos. Gracias a una amnistía general
volvió a Roma y rechazó el cargo de secretario
personal de Augusto para dedicarse a escribir poesía.
Cuando
el poeta laureado Virgilio conoció sus poemas, hacia
el año 38 a.C., le presentó al estadista Cayo
Mecenas, un patrocinador de las artes y amigo de Octavio,
que le introdujo en los círculos literarios y políticos
de Roma, y en 33 a.C. le entregó una propiedad en las
colinas de Sabina donde se retiró a escribir y pensar.
Horacio,
uno de los grandes poetas de Roma, escribió obras de
cuatro tipos: sátiras, épodos, odas y epístolas.
Sus Sátiras abordan cuestiones éticas como el
poder destructor de la ambición, la estupidez de los
extremismos y la codicia por la riqueza o la posición
social. El Libro I (35 a.C.) y el Libro II (30 a.C.) de las
Sátiras, ambos escritos en hexámetros, eran
una imitación del satírico Lucilio.
Las diez sátiras del Libro I y las ocho del Libro II
están atemperadas por la tolerancia. Aunque los Épodos
aparecieron también el 30 a.C., se escribieron con
anterioridad, ya que reclaman con pasión el fin de
la guerra civil, que terminó con la victoria de Octavio
sobre Antonio en Actium en el año 31 a.C., y critican
mordazmente los abusos sociales.
Los 17 poemas cortos en dísticos yámbicos de
los Épodos constituyen adaptaciones del estilo lírico
griego creado por el poeta Arquiloco. La poesía más
importante de Horacio se encuentra en las Odas, Libros I,
II y III (23 a.C.), adaptadas y algunas, imitaciones
directas de los poetas Anacreonte, Alceo y Safo.
En ellas pone de manifiesto su herencia de la poesía
lírica griega y predica la paz, el patriotismo, el
amor, la amistad, el vino, los placeres del campo y la sencillez.
Estas obras no eran totalmente políticas y de hecho
incorporan bastante mitología griega y romana. Se nota
la influencia de Píndaro y son famosas por su ritmo,
ironía y refinamiento. Fueron muy imitadas por poetas
renacentistas europeos.
Hacia
el año 20 a.C. Horacio publicó el Libro I de
sus Epístolas, veinte cartas cortas personales en versos
hexámetros en las que expone sus observaciones sobre
la sociedad, la literatura y la filosofía con su lógica
del «punto medio», a favor de doctrinas como el
epicureísmo, pero siempre abogando por la moderación,
incluso en lo referente a la virtud. Para entonces su reputación
era tal que, a la muerte de su amigo Virgilio el año
19 a.C., le sucedió como poeta laureado.
Dos años después volvió a escribir poesía
lírica cuando Augusto le encargó el himno Carmen
saeculare para los juegos seculares de Roma. Las fechas de
sus últimas obras, las Epístolas, Libro II;
las Odas, Libro IV; y la Epístola a los Pisos, más
conocida como Ars poetica, son inciertas. Las dos cartas que
aparecen en el Libro II son discusiones literarias. Ars poetica,
su obra más larga, ensalza a los maestros griegos,
explica la dificultad y seriedad del arte de la poesía
y proporciona consejos técnicos a los poetas aspirantes.
Muere en Roma el 27 de noviembre del año 8 a.C