La
vida
La
vida canta en nuestros silencios y sueña en nuestro
sopor. Aún cuando estamos vencidos y tristes, la Vida
está entronizada en lo alto. Y cuando lloramos, la
Vida sonríe a la luz del día, y es libre aún
cuando arrastramos nuestras cadenas. Muchas veces la nombramos
con nombres amargos, pero sólo cuando nos sentimos
amargos y oscuros.
Y la juzgamos inútil y vacía, pero sólo
cuando el alma vaga por lugares desolados y el corazón
esta ebrio de excesiva preocupación por sí mismo.
La Vida es profunda y alta y distante; y aunque vuestra vasta
visión apenas alcance a sus pies, ella está
cerca; y aunque sólo el aliento de vuestro aliento
llegue a su corazón, la sombra de vuestra sombra cruza
su rostro y el eco del más débil de vuestros
gritos se convierte en su pecho en otoño y primavera.
Y la vida está velada y oculta, así como está
oculto y velado vuestro ser más íntimo. Pero
cuando la Vida habla, todos los vientos se vuelven palabras;
y cuando vuelve a hablar, las sonrisas en nuestros labios
y las lágrimas en nuestros ojos se hacen palabras también.
Cuando ella canta, los sordos oyen y quedan cautivados; y
cuando viene andando, los ciegos la ven y se quedan pasmados,
y la siguen maravillados y atónitos.
Khalil
gibran.