SILENCIO
Mohammed Bennis
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Un horizonte se desborda de la plenitud del silencio
Comprendo que lo que hay
entre la muerte y yo
lo origina la lengua
Grietas del espacio universal
viajan por las venas
con más fuerza
que la herida cuya profundidad escucho todavía
descomponiéndose
en mi aliento a solas
a lo lejos cada vez
que relucen los pájaros del tiempo
y se reúnen las cenizas
Nubes
cuya negrura escala los tejados
y los que vuelven de vendimiar
se hacen canto ancestral en la primera taberna
Vuelvo con ellos guía mi paso el viento
y la humedad del río
paralelo a los pájaros
que se elevan al cielo
La tarde era
un campo que me recordaba
a Hölderlin en Burdeos
viñas siguiendo un rastro de perfumes
Y para ti el soplo del viento
De antaño hemos venido con retoños
de los campos de Córdoba
Y para ti el trago de la tarde
Caerá una luna de pronto
una luna
para serenar nuestra noche
Un vaso tallado
reparte entre nosotros
mil destellos de fuego
Y para ti el trago de la mañana
Yo dejo una elegía aquí
más dulce es el rocío
más suave es el rabel
SILENCIO
Mohammed Bennis
4
En mi borrachera tropecé
con rostros
Yo sabía que habían nacido
en una tierra de lindes perdidas en el silencio
Rostros
que imaginé como un espectro
que llama a la puerta y aterroriza a una noche
y a la noche que sigue a esa noche
Eh
tabernero
estamos aquí
venimos buscando vino de Burdeos
un amigo que se nos parece
llegará ligero
con el rocío de su amanecer
ábrenos el cerrojo
para que baje su cuerpo como un resplandor
entre el vaso que bebía
y el vaso
que tal vez ha colmado el hueco de su pecho
He hecho una invocación
y ya están devorando las tinieblas
una estrella que refulgía
al tiempo que
refulgía el vaso