LO
FATAL
A René Pérez
XLI
Dichoso
el árbol que es
apenas sensitivo,
y más la piedra dura,
porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande
que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre
que la vida consciente.
Ser,
y no saber nada,
y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido
y un futuro terror
Y el espanto seguro de
estar mañana muerto,
y sufrir por la vida
y por la sombra y por
lo
que no conocemos
y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con
sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda
con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!
RUBÉN
DARÍO