AQUI
YACE JAZMÍN
EPIGRAMAS
EPITAFIO
Aquí
yace Jazmín, gozque mezquino,
que sólo al mundo vino
para
abrigarse en la caliente falda
de
madama Crisalda,
tomar
chocolatito,
bizcochos
y confites,
el
pobre animalito,
desazonar
visitas y convites,
alzando
la patita
para
orinar las capas y las medias
con
audacia maldita,
ladrar
rabiosamente
al
yente y al viniente,
ir
en coche a paseos y comedias
y
ser martirio eterno de criados,
por
él o despedidos o injuriados
con
furor infernal y grito horrendo.
Si
inútil fue y aborrecible bicho,
y
petulante y puerco y disoluto,
culpas
no fueron suyas, era bruto;
educóle
el capricho
de
delicia soez con estupendo
horror
de la razón; naturaleza
no
le inspiró tan bárbara torpeza.
Los
que en la tierra al Hacedor retratan,
sus
hechuras divinas desbaratan,
corrompen
y adulteran.
Los
vicios de Jazmín, de su ama eran.
JUAN
PABLO FORNER