AL
VER
MIS HORAS DE FIEBRE
Al
ver mis horas de fiebre
e
insomnio lentas pasar,
a
la orilla de mi lecho,
¿quien
se sentara?
Cuando
la tremula mano
tienda,
proximo a expirar,
buscando
una mano amiga,
¿quien
la estrechara?
Cuando
la muerte vidrie
de
mis ojos el cristal,
mis
parpados aun abiertos,
¿quien
losa cerrara?
Cuando
la campana suene
(si
suena en mi funeral),
una
oracion al oirla,
¿quien
murmurara?
Cuando
mis palidos restos
oprima
la tierra ya,
sobre
la olvidada fosa,
¿quien
vendra a llorar?
¿Quien,
en fin, al otro dia
cuando
el sol vuelva a brillar,
de
que pase por el mundo,
quien
se acordara?
GUSTAVO ADOLFO
BÉCQUER