INMORTALIDAD
Sí me siento en el cordón
de
la nostalgia,
y
sin beber,
la
lata del pasado se vacía.
O
si se nubla mi retina
de
humedad,
y
el silencio ensordece
mis
oídos.
Es
que estoy rebobinando
el
celuloide
de
las horas que se fueron
y
no están.
Sí
confundo los matices,
y
diluyo fantasías,
en
mis días
no
habrá grises.
Sí
al minuto fatal
lo
inmortalizo,
se
hará perenne
lo
trágico de la inercia.
Virtuoso
partiré del ocaso,
cuando
el virus del alma
se
haga fuerte,
y
en osmosis
me
lanzaré al paraíso.
HUGO OTERO