Del siglo libre
Blanco, Andres Eloy
Del siglo libre
Andrés Eloy Blanco
El Mariscal subía la dorada escalera,
radiante la mirada, seguro el caminar;
en su brazo una dama se engarzaba ligera:
sus cabellos, el oro, sus pupilas, el mar
De súbito, en un giro, la rubia cabellera
rompió sus ligaduras con dulce resbalar,
y el oro de la trenza y el de la charretera
juntaron sus fulgores en un fulgor solar.
Los bucles se agitaron con emoción extraña
Más noble que en la arenga febril de la campaña,
sintió toda su gloria la faz del Mariscal.
Ella insinuó un murmullo de tímidos asombros,
y el Héroe dijo raudo: jamás sobre mis hombros
cayó, Señora, el peso de un homenaje igual.